23 de Junio de 2012, esta vez nos dirigimos a Benavente. A las 18:45 llegamos a recoger a la novia para irnos dirección el Parador donde se celebrara la ceremonia y el banquete.El único pero de este día perfecto es la pequeña tormenta que se formo a la hora de la sesión fotográfica.Dice el refrán que cuando llueve el día de la boda, es buen presagio, de felicidad en el matrimonio. No se si es cierto...pero espero que así sea en este caso y que esta parejita sea MUY FELIZ!!!
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